Cómo agarrar una mentira en el principal el principal periódico oficialista de Cuba
En el país existen múltiples tasas de cambio. El propio régimen tiene una para comprar CUC (peso convertible) y una para venderlo; pero también los particulares hacen de lo suyo...
Dentro de la burbuja, para todo aparece una solución, pero en la vida real nunca llega.
Lo que se puede recordar de esta época de la Primavera Negra es muy desagradable, porque para casi todos fueron 8 años de sus vidas perdidos
No recuerdo, desde 2003, una ola represiva tan grande como la que se puede constatar en estos momentos en Cuba
El incumplimiento de la legalidad establecida por el propio régimen es algo que se puede constatar a lo largo de todo el país pero en los municipios que no son cabecera y en el campo todo queda a la interpretación de las autoridades locales.
Como si fuera una “Matrioska” o “muñeca rusa”, las Comisiones Electorales son elegidas de un nivel para el otro, comenzando por la nacional que se designa por el Consejo de Estado y sus miembros toman posesión de los cargos ante el Secretario de este órgano.
Los documentos del Congreso están fuera de la comprensión popular –incluyendo los títulos–. Han sido escritos en un lenguaje tan abstracto que es como algo que está hecho para marear a las personas que lo lean.
La represión política en Cuba está institucionalizada, ha contenido y castigado las actuaciones de los disidentes, negándoles e impidiéndoles el ejercicio de sus derechos y libertades.
El nuevo carné es similar a una tarjeta magnética y en él se introducen nuevas tecnologías que permiten almacenar en el documento diversas informaciones. Lo que se pretende es tener más control de cada ciudadano.
A partir de la nueva ley migratoria, la obtención de estas cédulas se hace en un solo lugar, la Dirección de Identificación y Registro, que según se plantea tiene 275 oficinas en todo el país
Como parte del nuevo sistema económico del país, los mendigos de la zona, han declarado propiedad privada los 6 bancos que tiene el parque e incluso un pequeño monumento que recuerda la villa minera de Lídice en la República Checa, tiene su dueño.
Pero hay algo que afecta aún más el ejercicio de la decencia en las calles: la falta de baños públicos, que se ha convertido en un problema nacional.